Antes de asumir como ministro de Educación y de
otorgarle un contrato por $776.000 a la asociación Procesos, Leonardo
Garnier había sido contratado por la firma de asesoría y fue socio de
sus fundadores, el exministro de Hacienda Fernando Herrero y su
esposa, Flor Isabel Rodríguez.
En 1984, Garnier fue
fundador y socio en dos firmas consultoras junto con el exministro
Herrero y en una con Flor Isabel Rodríguez.
Los
tres, con otros miembros, fundaron la Asociación Alternativas para el
Desarrollo, que tenía su oficina en Los Yoses, Montes de Oca, y se
dedicaba a proyectos de consultoría en temas socioeconómicos y
políticos.
Herrero y Garnier son, además, socios y
fundadores de la empresa Oikos Asesores Económicos S. A., que también
operaba en Los Yoses y de la cual ambos todavía son miembros de la
Junta Directiva.
El contrato que Garnier otorgó a
Procesos, en octubre del 2006, y que alcanzó una suma de $776.000, es un
proyecto financiado por el Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD) para reformar los programas de estudio para las
asignaturas de Educación Cívica, Educación Musical, Artes Plásticas,
Artes Industriales, Educación Física y Educación para el Hogar.
La
primera parte del proyecto (por $263.000) fue totalmente financiada
por el PNUD y , según estableció el contrato, el Ministerio de Educación
debía seguir los procedimientos de contratación de esa entidad
internacional para escoger a la agencia que lo implementaría.
La Guía de gestión de proyectos de ejecución nacional
del PNUD, exige que, en contratos de más de $100.000, una comisión de
al menos tres personas imparciales evalúe las propuestas. Esa comisión
la integraron el ministro Garnier y los entonces viceministros
Alejandrina Mata y José Lino Rodríguez.
Como miembros
de la Comisión, Garnier y los viceministros debían firmar una
“declaración de imparcialidad y confidencialidad” en la cual
manifestaran que no tenían ningún vínculo directo o indirecto, o
conflicto de intereses con ninguno de los oferentes “en su calidad de
individuos o como miembros de una asociación”.
La
declaración de “ética” del PNUD dice: “Declaro que si durante el proceso
de evaluación descubro que existe tal conflicto de interés, lo
informaré inmediatamente (...) y renunciaré a mis funciones”.
En
la tarde del sábado anterior, se le consultó a la oficina del PNUD en
Costa Rica y a Garnier sobre si firmó esa declaración requerida por la
normativa del PNUD.
Por medio de su jefe de prensa,
Jesús Mora, Garnier explicó que las dependencias y archivos estaban
inhabilitados y remitió las consultas al PNUD, que tampoco respondió a
la solicitud de información.
Garnier firmó
personalmente el contrato para ejecutar el Proyecto Educación en Ética,
Estética y Ciudadanía el 25 de octubre del 2006, junto con Flor Isabel
Rodríguez como apoderada de la Asociación Programa Centroamericano para
la Sostenibilidad Democrática (Procesos).
En
una entrevista con este diario el viernes, Garnier aseguró que nunca
creyó que existiera conflicto de intereses en la contratación de
Procesos. “A lo largo de la vida uno participa en muchas organizaciones y
con mucha gente (..) Sí, cuando uno contrata a una persona que es amiga
de uno, uno sabe que alguien puede pensar que eso está mal, yo eso lo
tenía claro, por supuesto”.
Admitió
que participó como conferencista en actividades organizadas por
Procesos, antes de ser ministro, aunque alegó no recordarlas ni tampoco
si recibió pagos de la empresa consultora.
El
ministro también reconoció que continúa siendo socio de Herrero y de
Rodríguez en las sociedades consultoras, pero insistió en que dejó de
trabajar con esas empresas desde mucho antes de asumir el Ministerio en
el 2006.
Garnier explicó que no eliminó su nombre
de los registros de las sociedades “para no causar resentimientos”
entre los otros socios.
Tanto en la Asociación
Alternativas de Desarrollo como en Oikos también figuró como socia y
fundadora Rebeca Grynspan, ex vicepresidenta de la República en el
gobierno de José María Figueres Olsen (1994-1998) y actual directora
del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para América
Latina y el Caribe.
A Grynspan se le pidió una
entrevista por medio de la oficina de prensa del PNUD. Sin que se le
hubiese hecho ninguna pregunta, Grynspan envió un mensaje escrito a este
diario en el que alega que no tuvo ninguna participación en la
aprobación del convenio entre el el MEP y el PNUD. “Ni como directora
del bureau de América Latina para el PNUD ni en mi puesto actual
tengo alguna participación en la ejecución nacional de los proyectos del
PNUD”, aseveró.
La segunda etapa del Proyecto
Educación en Ética, Estética y Ciudadanía requirió una inversión de
$514.000 y la financió el Fondo Fiduciario España-PNUD. De la totalidad
de los recursos, la politóloga Flor Isabel Rodríguez recibió $102.558.
El resto, según Garnier, se destinó a cubrir gastos y salarios de los
consultores.
Amistad y negocios .
Además de socios, Garnier, Herrero y Rodríguez han sido amigos
cercanos desde hace más de tres décadas y compartieron períodos de
estudios de especialización en Nueva York entre finales de los años 70 y
mediados del decenio siguiente.
Garnier, Rodríguez y
Herrero también ocuparon cargos de ministros de Planificación,
Comunicación y Hacienda, respectivamente, durante el gobierno de
Figueres.
En mayo del 2008,
desde su puesto como regulador general, Fernando Herrero giró una
orden para nombrar a la hija mayor de Leonardo Garnier, Marie Garnier
Ortiz, en una plaza en su despacho, en la Autoridad Reguladora de
Servicios Públicos (Aresep).
Garnier asegura que no
tuvo relación con el nombramiento e insistió en que ella participó
junto con otras compañeras para obtener su primer trabajo. “No tuve
nada que ver con su nombramiento; yo sé que a la gente le cuesta mucho
creer esas cosas”.
Garnier Ortiz trabajó durante un
año y tres meses en un puesto interino de profesional 1, en el
despacho de Herrero en Aresep.
Posteriormente,
en el 2010, Herrero pasó a ser ministro de Hacienda, cargo en el que
fungió hasta el 2 de abril anterior luego de que una investigación de La Nación
reveló que la empresa Procesos omitió declarar al menos ¢50 millones en
su declaración de impuesto sobre la renta para el período 2009-2010.
Herrero
y Rodríguez fundaron tanto la Asociación Procesos como la sociedad
anónima Procesos Investigación y Asesoría. En la asociación, Herrero es
apoderado generalísimo desde el 2004 y en la sociedad fue dueño de la
mitad de las acciones hasta el 2006; su esposa tiene la otra mitad.